Soledad
De nuevo Lunes. Este fin de semana bien podría no haber existido, teniendo en cuenta que no he hecho gran cosa. La mayor parte del tiempo la he dedicado a dibujar. He hecho algunos bocetos para un par de cuadros de pequeño formato que tengo pensado hacer. He visto algunas peliculas, he reido con los amigos, he hablado con gente que no veía desde hacía mucho, pero, por encima de todo, el sentimiento que ha prevalecido durante este tiempo es el de la más absoluta de las soledades.
No me refiero a la soledad como falta de compañía, sino a esa especie de quiste espiritual incrustado dentro de cada uno de los seres humanos, esa sensación de haberme dejado algo muy importante por el camino, algo que ya no volverá y que me hace mirar por la ventana y suspirar... y que inevitablemente acaba haciendome llorar como un niño perdido. Hace tiempo que me siento solo.
A veces me pregunto qué hace falta para ser feliz. Y por más que lo hago no consigo encontrar la respuesta. Supongo que a todo el mundo le ha pasado eso alguna vez. Y me imagino que si alguien encontrase la respuesta a esa pregunta, se cuidaría mucho de contarsela a nadie. En estos tiempos oscuros que vivimos, la felicidad es uno de los bienes mas preciados que existen. Para que algunos sean felices, otros deben estar desamparados, muertos de hambre, enfermos, o simplemente martirizados por un sistema que no les comprende, condenados al ostracismo.
Lo único que me hace seguir adelante es la certeza absoluta de que, algún día, encontraré eso que tanto anhelo. Todavía no se lo que es, pero debe estar esperandome, oculto en alguno de los recodos de mi destino, dispuesto a salir a mi encuentro y hacerme reir de verdad.
Y espero poder reirme a carcajadas durante el resto de mi vida.
Gracias por estar ahí.
Hasta mañana.
No me refiero a la soledad como falta de compañía, sino a esa especie de quiste espiritual incrustado dentro de cada uno de los seres humanos, esa sensación de haberme dejado algo muy importante por el camino, algo que ya no volverá y que me hace mirar por la ventana y suspirar... y que inevitablemente acaba haciendome llorar como un niño perdido. Hace tiempo que me siento solo.
A veces me pregunto qué hace falta para ser feliz. Y por más que lo hago no consigo encontrar la respuesta. Supongo que a todo el mundo le ha pasado eso alguna vez. Y me imagino que si alguien encontrase la respuesta a esa pregunta, se cuidaría mucho de contarsela a nadie. En estos tiempos oscuros que vivimos, la felicidad es uno de los bienes mas preciados que existen. Para que algunos sean felices, otros deben estar desamparados, muertos de hambre, enfermos, o simplemente martirizados por un sistema que no les comprende, condenados al ostracismo.
Lo único que me hace seguir adelante es la certeza absoluta de que, algún día, encontraré eso que tanto anhelo. Todavía no se lo que es, pero debe estar esperandome, oculto en alguno de los recodos de mi destino, dispuesto a salir a mi encuentro y hacerme reir de verdad.
Y espero poder reirme a carcajadas durante el resto de mi vida.
Gracias por estar ahí.
Hasta mañana.
3 Comments:
Parece ser que por un instante o algo más sentiste algo parecido a lo q kise explicar el otro día yo.
Bueno, solo decirte q no pierdas las esperanza... solo eso.. simplemente es cuestion de tiempo ;-)
hey rafa! me gusta tu Blog !! yo stoy haciendo el mio pero no es gran cosa...jeje. espero que entregaras tu eskeleto. me mola tu facul ! xao !
... los dolres de hoy son parte de la felicidad de mañana... ese es el trato...
hay algo ahí.. esperando, te lo aseguro... a la vuelta de la esquina.. pero no te asegura nadie que lo que te espera sea color de rosa...
el problema es que una vez que encuentras lo que buscas deseas no soltarlo.... y hay veces que se escapa entre los dedos.. como un pequeño ( resbaladizo) pez azul...
pero no debes perder la (espera)nza
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