martes, febrero 03, 2009

Segunda Temporada

Feliz 2009 a todos. Como bien sabreis los pocos que seguís esta bitácora perdida en la red, hace ya casi medio año que no publico una nueva entrada. Haciendo un poco de retrospectiva, comienzan a ser ya muchos los saltos temporales que se suceden en este blog y los textos que comienzan con esta cantinela. Sin embargo, no hay motivos definidos al por qué de estos espacios en blanco, mi vida sigue y con ella una gran cantidad de experiencias, situaciones y sucésos que no quedan reflejados aqui.

Hoy ha amanecido un dia soleado, extraño ya en estos últimos tiempos en los que la comunidad valenciana ha estado sumida en continuas tormentas y olas de frío. La carrera da ya sus últimos coletazos, y en cuatro asignaturas ya me la quito de encima. Echaré de menos, seguramente, esas tardes de café entre amigos, allá en la facultad, compartiendo opiniones sobre el arte, la vida y otros temas mucho mas banales. Sin embargo, el futuro se abre ante mí incierto y alentador, con varios proyectos en marcha, todos ellos muy interesantes.

Me he comprado una maquina para hacer chapas, y pronto abriré una web con mi hermano para venderlas online. A ver que tal sale.

Os dejo el enlace a la página, aún no está lista, pero espero que muy pronto podais darme vuestra inestimable opinion acerca de los diseños.

http://www.megachapas.com

Un abrazo a tod@s.

sábado, julio 12, 2008

Pequeña Reflexion Interior (segundo acto)

Asombrado todavía por aquella extraña aparición me encuentro de pronto abrazando el aire, intentando controlar la abrumadora sensación que acabo de experimentar, un desbordante sentimiento como de catarata amazónica, saco de arroz roto o recreo a media mañana. Imposible explicarlo con palabras, mejor ni intentarlo. Me río a carcajadas, de pura impotencia y alegría, aferrando fuerte la piedra de la balaustrada, haciendome daño en los dedos, riendo tan alto que incluso La Reina se acurruca en un rincón de su jaula y aparta la mirada, horrorizada.

Consigo reponerme, me seco las lágrimas con la manga del traje real, sonriente. Vuelvo a mirar el espacio vacío que tengo delante, entornando los ojos, descubriendo matices de color en el aire, en el océano verde que se me hacía inalcanzable hace unos segundos, en la misma roca gris de la torre. La brisa sopla de nuevo desde poniente, trae consigo aroma a algas y a redes viejas, a sal , a marisco y a esculturas colosales, mas antiguas que el hombre, que reposan por siempre inadvertidas en los profundos y oscuros abismos que rodean la ciudad de nácar. Inspiro. Me encaramo sin dificultad sobre el borde del balcón, y me lanzo hacia las planicies sin pensarlo. Volar nunca ha sido un problema.

Al cabo de unos minutos vuelvo la mirada, y veo la torre, alejandose, titánica masa de piedra que se alza, desorganizada e imposible cientos de metros sobre el suelo. Cada año nuevos bloques, nuevos adornos, menos espacio para vivir. Observo, por última vez, las altas campanas de cristal, y los arcos góticos de obsidiana, y las pétreas gargolas de ónice que miran al infinito con calma. Y sé que ya no echaré de menos nada de eso. No me hace falta.

Miro hacia adelante y cierro los ojos con ganas, me fundo con el aire. Y no vuelvo a mirar atrás siquiera al escuchar el clarísimo, triste, último tañer de las campanas, ni el lamento unísono que se alza, agónico, como de mil voces de piedra.

lunes, junio 30, 2008

Pequeña Reflexion Interior (primer acto)

De nuevo me encuentro sentado en el trono de mi consciencia. Justo en frente tengo a Destino, que me mira severo fijamente, sin parpadear, con una sonrisa indefinida y enigmática en su rostro. Me levanto y le grito, enfadado, escupiendo saliva y cerrando fuerte los puños.

- ¿¿Que es lo que quieres?? - Mi grito resuena en la bóveda, perdiendose veloz entre las resplandecientes campanas de cristal que rozan el cielo, mas allá de los arcos góticos de obsidiana y de las gárgolas de ónice que miran al infinito con pétrea calma. Por respuesta, el mas primitivo de los silencios. Incluso el eco rehuye mi pregunta. Caigo como peso muerto sobre el trono áureo, levantando polvo, ya no hay nadie en la sala.

Desesperado, hundo la cabeza entre mis manos. En una esquina, la reina de corazones se ríe cruel a carcajadas en su jaula. La escena parece divertirle. La miro de reojo, desconfiado y asustado. Recuerdo el tiempo en que la dejaba vagar libremente por mis dominios, cortando cabezas a diestro y siniestro. Haciendo daño. Ya no más. No quiero volver a teñir los blancos rosales, ni jugarme la partida a una sola mano. En Corazones sólo hay un ganador, y a mi siempre me suele tocar la reina de picas. No hay sistemas que valgan, y el perdedor se vuelve a casa sin los pocos recuerdos que quedaban en la cartera.

El maquillaje nunca sirvió para nada. Caras de payaso frente al espejo, llorando, intentan deshacer sus coloretes a manotazos, condenados a repetir la escena una y otra vez en una habitación casi olvidada, perdida en las esquinas de la memoria. Sollozos en un rincón, abrazos mudos junto a un balcón que da a las luces ténues de la Alameda, llena de gente que nunca mira hacia arriba ni cuenta cuentos. Sótanos llenos de coches muertos, taquillas forzadas por matones sin escrúpulos. ¿Donde dejé mis pinturas? No lo recuerdo.

Alzo la mirada, me levanto y me acerco a la única ventana de la estancia. Apoyo mis codos en la balaustrada, y dejo que la brisa fresca que viene de poniente acaricie mis cabellos. Muy a lo lejos puedo ver el océano, y la pequeña ciudad, mas antigua que los dioses, de la que provengo, que reluce en la bahía como una perla gigantesca. Alguien se acerca por mi izquierda. Es Destino, de nuevo, esta vez con la forma de una bella muchacha. Me mira con ojos de almendra, mas profundos que el firmamento, y me susurra al oído con voz dulce y calmada:

- ¿Que es lo que quieres? - Y me abraza.

lunes, mayo 19, 2008

I see trees of green...

Cae la noche sobre la ciudad, y, acompañado por una taza de té caliente, me siento, una vez mas, ante la pantalla. Respiro profundamente, abrazo la taza con las manos y bebo un pequeño sorbo. Quema. La bombilla de bajo consumo que hay en el techo emite un zumbido imperceptible, tranquilizador. Cierro los ojos.

Siempre me ha gustado escribir, dibujar, y soñar. Recuerdo una escena de infancia, en casa de mi abuela, en la que por aquel entonces vivía aún mi tio José, en una pequeña habitación que olía a tabaco y a libros antiguos. En las paredes se apilaban toda suerte de objetos extraños y misteriosos, pequeños tesoros y verdaderas antigüedades. Rollos de cine, fotografías, maquetas, juegos de mesa, muñecos, comics y discos... mirase a donde mirase podía encontrar algo maravilloso y especial que curiosear. A veces, y solo a veces, cuando la visita terminaba y mi madre llamaba desde el salón, mi tío se volvía con calma hacia alguno de los estantes y cogía algo con sumo cuidado. Mis ojos se iluminaban. "Para tí", decía mientras me ofrecía alguno de sus objetos con una expresión bondadosa en la mirada. Esos dias eran especiales.

Entre las cosas que conservo de aquella época se encuentran el manual básico del juego de rol del Señor de los Anillos, un ejemplar del Hobbit, un tablero de Heroquest, varias revistas de ciencia-ficción de los 80 y una caja de madera llena de muñecos de plomo. Pero, por encima de todo, conservo con sumo cuidado el recuerdo, la imagen viva de la habitación mágica que no se irá jamás de mi mente. Si me concentro un poco puedo volver alli, a sentarme en un rinconcito y mirar ilusionado cómo mi tío proyecta en la pared un corto del pato Donald con su viejo Cinexin.


martes, mayo 06, 2008

Al ritmo de la primavera

Cada dia hace mas buen tiempo. Salgo por las mañanas hacia la facultad, con una camiseta y un pantalon vaquero, y ya no hace ese frio helador de meses anteriores, ni se ven tantos chaquetones y caras largas por las calles. Hace poco he encontrado un atajo, y llego un poco antes. Es un camino solitario, que atraviesa una zona casi sin urbanizar, y un complejo deportivo de la universidad de valencia. Finalmente llego. El campus, vacío, parece una ciudad del futuro abandonada, y mis pasos resuenan entre los edificios de cristal y acero, que me devuelven un reflejo extraño mientras avanzo por un paseo en el que abundan arboles y esculturas modernas. Caminantes solitarios y guardias de seguridad se cruzan sin darse los buenos dias ni mirarse a los ojos.

Mi facultad, aislada del resto, arrinconada en la esquina mas alejada de la universidad, me recibe con un silencio ruidoso, mientras cruzo a buen paso entre los barracones blancos que han colonizado el patio. El sol aparece en cierto momento detrás de un edificio, y se ve todo mas claro. Cielo sin nubes, algún pajaro, sonidos de obra. Están construyendo un parking a pocos metros y la maquinaria pesada se va desperazando. Voy a la cafetería y me pido un zumo. Mientras me lo sirven le echo un vistazo furtivo al periodico y leo lo que puedo.

Cuando salgo de clase ya el sol está bien alto, y la temperatura es muy agradable.

Me gusta la primavera.

domingo, abril 13, 2008

Matanza Animal - Earthlings

El otro dia, buscando documentales por internet, encontré uno llamado "Earthlings" (Terricolas). El titulo me llamó la atención y me puse a verlo. Hablaba sobre como el ser humano ha esclavizado, comido, curtido y explotado a los animales y cómo nadie se para a pensar en esto. La verdad es que las imagenes que contiene son realmente fuertes, y puede que hieran sensibilidades. Pero de eso se trata, de abrir una brecha en nuestro corazón endurecido por tanta mierda que nos echan por la tele y mirar la realidad a la cara. Automaticamente he dejado de comer productos animales y sus derivados. Si alguien se anima a verlo, estoy seguro de que no quedará indiferente.
Os dejo el link a la version con subtitulos, pero si buscais un poco podeis encontrarlo doblado.

http://video.google.es/videoplay?docid=-8655541224775286050


No es agradable, pero es lo que hay.

jueves, abril 10, 2008

En abril, Aguas mil

En esta ciudad valenciana, que, a pesar de las multiples amabilidades que estoy seguro que contiene, no consigue llenarme, se dan de vez en cuando las condiciones necesarias para salir una noche a pasarlo bien. O muy bien. Julia, una amiga de la facultad, me invitó a ir a su casa para despedir a su compañero de piso, alemán y tocayo mio, que se volvía a su tierra tras una estancia de varios meses en nuestro pais. Todo empezó en "La bodegueta", una tasca de lo mas tipical spanish que uno se pueda imaginar. Grandes toneles, fotos de la virgen del pilar, y señores muy mayores con boina y bigote ahogando penas en la barra. El resto del local estaba ocupado por casi un centenar de extranjeros, a cual con mas hechura de guiri, pillandose un pedal de escandalo y tomando tapas de queso, chorizo y jamón serrano. La buena vida .La verdad es que me lo pasé de maravilla, aunque mi inglés hablado no es demasiado bueno, al menos entendía las conversaciones a mi alrededor y demostré una gran pericia bebiendo cerveza en una especie de bota (de las de beber).

Cuando ya ibamos mas bien finos, nos fuimos al piso y seguimos la fiesta alli, siguieron apareciendo erasmus y el alcohol corrió a raudales. Como en toda buena fiesta hubo caidas, vasos rotos y risas. En cierto momento de la noche ya no pude mas y caí dormido como un tronco.

Al dia siguiente me dolía la espalda horrores.

Sigo sin saber por que. Cosas de las fiestas.