Salón del Manga de Jerez 2005
Este año el Salón de Jerez ha sido muy especial para mi. Voy a intentar haceros un pequeño resumen con los momentos mas importantes del fin de semana. Salimos el viernes de Sevilla, Josan, Nacho, Paco y yo, rumbo a la ciudad de los caballos y el fino. La primera noche fué bastante tranquila, y distribuimos el tiempo entre el Smash Bros de Game Cube (Al cual están muy picados Paco y sus amigos) y el "cuatro gatos", un bar en el que, aparte de servir cervezas, hacen exposiciones periódicas de pintura. Allí conocí a Juanma, a María, a Nacho rubio, a Andrés, y a otros personajes cuyos nombres no consigo recordar. A la una de la mañana ya estabamos en la cama, soltando historias de esas de miedo que se cuentan cuando apenas hay luz y se está entre amigos.
El sabado nos despertamos a eso de las dos de la tarde, nos duchamos y fuimos hacia el lugar donde se reunen, durante un fin de semana, todos los friks andaluces que se precien: IFECA, hogar del salón del manga. Estuvimos dando vueltas un buen rato, viendo stands, encontrandonos con conocidos, disfrutando del karaoke... A eso de las seis y media nos encontramos con Nacho, nos tomamos una cervecita en el bar, y quedamos para por la noche. Paco nos comentó que unos amigos suyos iban a ensayar en un local, situado en la zona industrial de la ciudad, y al salir del salón tiramos para allá. Durante un buen rato estuvimos allí, hasta que alguien comentó que sería interesante acercarse por el Carrefour para comprar un lote de Habana Club. Fuimos allí, compramos las bebidas, y volvimos a casa de Paco a jugar al Smash Bros de nuevo para hacer tiempo. A las doce fuimos a por hielo y nos fuimos de botellón a una plaza conocida como "la del Telepizza". Tras tres cubas libres, muchas risas, y algunos momentos memorables, encaminamos nuestros pasos hacia el último destino de la noche: El comedia. Uno de los mejores bares en los que he estado. Voy a describirlo tal y como lo ví: Había tres salas bien diferenciadas, una discoteca al estilo clásico, con su humo, sus luces, sus empastillados bailando dentro, musica a toda leche... lo típico, vamos. Por supuesto no duramos mucho allí, y nos fuimos a la segunda sala, mucho mas tranquila (Mas heavy, como diría Paco), con sus mesas, su barra, sus tres futbolines y sus maquinas recreativas de los 80. La tercera zona la describiré mas tarde. Lo primero que ví nada mas entrar en la zona "heavy" fué la recreativa con el Metal Slug 2 y, al igual que me pasa con el Cadillacs & Dinosaurs, no pude evitar echar mano a mi bolsillo y jugar una partida. Todos los amigos me rodearon y, asombrados, vieron como me llegaba hasta la cuarta fase sin perder ni una sola vida. Eso tiene una explicación totalmente razonable: Hace algunos veranos invertí una fortuna con mi amigo Jose en esa maquina, y conseguimos hacernosla despues de muchos esfuerzos. El caso es que el aplauso que siguió al Game Over me hizo sentir muy contento. A partir de ese momento se sucedieron una serie de hechos muy divertidos, como ver a Josan tirando una jarra de cerveza sobre Nacho, a un colega contando el chiste de "alien baló sorprendido del truco", a mi mismo creyendo haber perdido cinco euros delante de una camarera a la hora de pagar.... Despues de un rato por allí nos fuimos a la tercera zona, un sitio sin techo con varias mesas donde sentarse para estar tranquilos. Pasado un tiempo nos fuimos de nuevo a casa de Paco, y el sueño invadió nuestras mentes hasta el día siguiente.
Domingo, once y media de la mañana, Josan me hace cosquillas en la nariz hasta conseguir despertarme. Ese dia había quedado con mis padres para comer allí en el salón, así que nos fuimos los dos juntos para allá, dejando a Paco sumido en un profundo letargo. Desayunamos en el bar, Josan se presentó a un concurso de baile y fué descalificado en la primera ronda, y acabamos, como siempre, en el karaoke. Aparecieron mis padres, nos fuimos a almorzar y, cuando terminamos, se ofrecieron para acercarme a Sevilla. Al final llegué a mi piso sobre las siete de la tarde.
Ha sido un gran fin de semana, lleno de emociones, risas y diversión. Lo único que me apena es tener que esperar un año entero para que vuelva a repetirse.
Buenas noches.
El sabado nos despertamos a eso de las dos de la tarde, nos duchamos y fuimos hacia el lugar donde se reunen, durante un fin de semana, todos los friks andaluces que se precien: IFECA, hogar del salón del manga. Estuvimos dando vueltas un buen rato, viendo stands, encontrandonos con conocidos, disfrutando del karaoke... A eso de las seis y media nos encontramos con Nacho, nos tomamos una cervecita en el bar, y quedamos para por la noche. Paco nos comentó que unos amigos suyos iban a ensayar en un local, situado en la zona industrial de la ciudad, y al salir del salón tiramos para allá. Durante un buen rato estuvimos allí, hasta que alguien comentó que sería interesante acercarse por el Carrefour para comprar un lote de Habana Club. Fuimos allí, compramos las bebidas, y volvimos a casa de Paco a jugar al Smash Bros de nuevo para hacer tiempo. A las doce fuimos a por hielo y nos fuimos de botellón a una plaza conocida como "la del Telepizza". Tras tres cubas libres, muchas risas, y algunos momentos memorables, encaminamos nuestros pasos hacia el último destino de la noche: El comedia. Uno de los mejores bares en los que he estado. Voy a describirlo tal y como lo ví: Había tres salas bien diferenciadas, una discoteca al estilo clásico, con su humo, sus luces, sus empastillados bailando dentro, musica a toda leche... lo típico, vamos. Por supuesto no duramos mucho allí, y nos fuimos a la segunda sala, mucho mas tranquila (Mas heavy, como diría Paco), con sus mesas, su barra, sus tres futbolines y sus maquinas recreativas de los 80. La tercera zona la describiré mas tarde. Lo primero que ví nada mas entrar en la zona "heavy" fué la recreativa con el Metal Slug 2 y, al igual que me pasa con el Cadillacs & Dinosaurs, no pude evitar echar mano a mi bolsillo y jugar una partida. Todos los amigos me rodearon y, asombrados, vieron como me llegaba hasta la cuarta fase sin perder ni una sola vida. Eso tiene una explicación totalmente razonable: Hace algunos veranos invertí una fortuna con mi amigo Jose en esa maquina, y conseguimos hacernosla despues de muchos esfuerzos. El caso es que el aplauso que siguió al Game Over me hizo sentir muy contento. A partir de ese momento se sucedieron una serie de hechos muy divertidos, como ver a Josan tirando una jarra de cerveza sobre Nacho, a un colega contando el chiste de "alien baló sorprendido del truco", a mi mismo creyendo haber perdido cinco euros delante de una camarera a la hora de pagar.... Despues de un rato por allí nos fuimos a la tercera zona, un sitio sin techo con varias mesas donde sentarse para estar tranquilos. Pasado un tiempo nos fuimos de nuevo a casa de Paco, y el sueño invadió nuestras mentes hasta el día siguiente.
Domingo, once y media de la mañana, Josan me hace cosquillas en la nariz hasta conseguir despertarme. Ese dia había quedado con mis padres para comer allí en el salón, así que nos fuimos los dos juntos para allá, dejando a Paco sumido en un profundo letargo. Desayunamos en el bar, Josan se presentó a un concurso de baile y fué descalificado en la primera ronda, y acabamos, como siempre, en el karaoke. Aparecieron mis padres, nos fuimos a almorzar y, cuando terminamos, se ofrecieron para acercarme a Sevilla. Al final llegué a mi piso sobre las siete de la tarde.
Ha sido un gran fin de semana, lleno de emociones, risas y diversión. Lo único que me apena es tener que esperar un año entero para que vuelva a repetirse.
Buenas noches.
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